jueves, 10 de noviembre de 2011

KRISTALLNACHT… pequeña reflexión sobre “el otro” en tiempos de indiferencia


70 años es más o menos (según los expertos) el promedio de vida del venezolano, es decir, que lo ocurrido hace 73 años, hoy muy pocos lo recuerdan vívidamente… pero no por ello debemos conformarnos por no enterarnos de las cosas pasadas, sobre todo si fueron hechos que no deberían volver  a ocurrir.
Esta semana tuve la suerte de ser invitado al acto recordatorio de la Kristallnacht ó Noche de los Cristales Rotos. Representa esta fecha el inicio de uno de los períodos más horribles sufrido por el pueblo judío en la historia, y que llevó a toda la humanidad a ser testigo de la espantosa y bárbara  “solución final” Nazi.
De esa noche de cristales rotos, hacen hoy 73 años, y me atrevo a asegurar que muy pocos de nosotros sabemos bien de qué se trató aquello (allí les dejo esa tarea)…
Por mi parte, la verdad es que me sorprendí mucho cuando recibí la invitación. Primero, porque nunca había sido requerido ni invitado a actos así. Segundo, porque aunque siempre me ha resultado un capítulo tristísimo de la especie humana, el tema del “Holocausto” no me era cercano. Tercero – y quizás lo que más me sorprendió – fue ver en la invitación que el orador de la noche sería un sacerdote católico y para más señas, jesuita.
El acto me conmovió sobre manera por la emotividad de los participantes, por aquellas historias narradas por testigos y por hijos de testigos que petrifican - por lo duro y crudo - al más guapo…
El corazón se me encogió al momento de los cantos y rezos de los presentes… Realmente estaba conmovido…
Pero fueron  las palabras del orador de orden, las de aquel - que al igual que yo - no formaba parte directa de aquella conmemoración, las que me ayudaron a entender qué significado tiene un acto como este para todos los miembros de la raza humana.
Fue escuchándole que comprendí que sólo hay una manera de evitar atrocidades como estas… sólo hay una forma de que el ser humano, el hombre, nuestra especie, no cometa tamañas bestialidades… esa forma, esa manera, es reconociéndose uno mismo en “el otro”… y ese reconocimiento va más allá de la simple y tan-de-moda “tolerancia”, pues no se trata sólo de respetar la diversidad del otro por ser otro, sino que en ese otro podamos vernos a nosotros mismos, como en un espejo…
Como habrán podido darse cuenta, esta conmemoración de Kristallnacht, me sacudió hasta lo más íntimo, porque me ví en ese espejo, porque ví a mi familia en ese espejo, porque ví a mi país en ese espejo…
Por  eso hoy... aquí …en este blog, rindo mi humilde tributo!
JUANCHO PÉREZ


No hay comentarios:

Publicar un comentario