martes, 14 de junio de 2016

PARA EL PAN COTIDIANO (COSAS DE SAN ANTONIO)



Es cierto, a veces lo olvido, somos hombres y mujeres del siglo XXI. Somos seres racionales, tecnológicos, avanzados, nosotros no creemos en milagros.

Pero igual me animo a escribir este post, porque la historia es bonita.

Me contaba un buen amigo que en estos días al estar de visita en una casa-hogar que se ocupa de atender, dar albergue, comida, cariño y formación a niños que se encuentran en situaciones extremadamente vulnerables, se sorprendió al ver en la despensa de la cocina, una pequeña imagen de San Antonio.

La pregunta fue obligada y directa a la monjita que se encarga de la casa: “Hermana ¿y San Antonio qué hace aquí?”. La monjita respondió con total tranquilidad y además seguridad: “Es quien nos ayuda a conseguir lo que necesitamos”

San Antonio, dice la tradición es el patrono del pan de los pobres, de allí que su fiesta se celebre con pancitos… es además el patrón de las cosas perdidas o extraviadas… Así que en estos tiempos de conseguir poco, y de pasar hambre, San Antonio de Padua sabe de qué estamos hablando.

La Hermana Luisa, narra sin ningún sobresalto, sin fanatismo, sin aspavientos, y sin show, cómo en estos tiempos de peladera, de “no-hay”, de “no-se-consigue”, todos los días les llega algo.
Aquella tarde que no había desayuno para el día siguiente, ya a punto de salir a buscar plátanos  para no dejar sin comida a los muchachos, llegó alguien con harina de maíz suficiente para lo que quedaba de semana. Igual con la leche, con las caraotas, en fin… la despensa nunca está llena, no rebosa, pero nunca está vacía, siempre hay con qué.  “Y ¡ese es San Antonio!”.

La historia a mí me conmueve, porque me permite entender que la fe es un tema cotidiano, del día a día, que se mezcla, que es parte de nuestros asuntos y sufrimientos diarios.

Me permite aterrizar el concepto del “pan cotidiano”, ese que pedimos nos llegue cada día al rezar el Padre Nuestro, de manera concreta en la ayuda, en la acción de buena voluntad, que unos tienen con los otros. 

Pero además me anima, no se imaginan cuánto, comprobar que aun en estos tiempos de “naufragio”, de “yo-primero”, hay un país que responde como es debido, o para decirlo bien, como Dios manda. 


Juancho Pérez
@jonchoperez

6 comentarios:

  1. Muy agradable y sencillo tu escrito. Esperemos que desde las alturas (y no muy santas) hagan como Dios manda.
    Como que ya se hace hora pues la situación apremia.

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  2. A mi San Antonio -que es larense y, por lo tanto, bailador, dramático y escénico- le sumaré esta virtud que diversifica su reputación de buscador de novios. No se puede pedir más... :)

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  3. Esta maravilla se vive todos los días en el Hogar Madre Emilia en Puerto Ordaz gracias a la generosidad de tanta gente que permite confiar ciegamente en el San Antonio que pacientemente espera en la despensa por la comida de cada día.

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  4. Esta maravilla se vive todos los días en el Hogar Madre Emilia en Puerto Ordaz gracias a la generosidad de tanta gente que permite confiar ciegamente en el San Antonio que pacientemente espera en la despensa por la comida de cada día.

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    Respuestas
    1. La labor que ustedes desde el Hogar Madre Emilia y el Hogar Virgen de los Dolores llevan adelante, es no solo una belleza sino indispensable! Un abrazo Toni, y gracias por la inspiración para este post.

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  5. que bonita historia de san Antonio gracias por el post

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