Lo confieso, soy de esos tipos que va por la vida dejando que las cosas ocurran, dándole radio de acción al – digamos – destino… ¿¡qué puedo hacer!? Así soy... quizá por eso, el anuncio que hizo KLM sobre el lanzamiento de su nuevo servicio “meet & seat”*, a mí me decepcionó.
Ahora – para decirlo en términos publicitarios – con tan
sólo entrar en el website de la aerolínea y poseer una cuenta facebook o
linkedin, podrás revisar quiénes van en el mismo vuelo, y al lado de cuál
“pasajero interesante” sentarte (for
meeting interesting passengers on your flight – palabras textuales
utilizadas en el anuncio).
Por supuesto, el perfil
interesante de ese pasajero se revisa y selecciona gracias a facebook o
linkedin… Imagino que el criterio será linkedin si estás buscando un perfil
profesionalmente interesante (un ingeniero consultor con X años de experiencia
en el área financiera), o facebook si en cambio prefieres algo más bien
informal (fulana con una linda foto de ella con bufanda y la torre Eiffel de
fondo…), cada quien escoge con quien compartirá las horas de vuelo…
Yo cumplo con advertirle a aquellos
“planificados-planificadores-de-cada-segundo-de-su-vida”, que incluso esta
tecnológica opción de control y selección de pasajeros vecinos, es altamente
vulnerable…
Hay dos premisas fundamentales. No se dejen engañar.
1.- Papel aguanta todo: Aunque sea en versión digital,
linkedin no es más que un curriculum vitae, el mismo curriculum vitae de toda
la vida. Y uno en los cv´s pone lo que quiere que los otros vean… nadie dice allí
soy un tipo aburrido que colecciono
estampillas (ojo, ser aburrido y coleccionar estampillas no tienen nada de
malo, pero en conjunto… cooooño!) y
siempre llevo conmigo mi álbum para mostrarlas. Tampoco nadie dice soy un petulante y engreído convencido de mi
arrollador éxito…
2.- Photoshop arregla todo: Atención con facebook. Creer ciegamente
en las fotos del perfil y en los comentarios del status no es garantía de nada. Mal aliento, ronquidos, necedades,
malacrianzas, eso no se conoce por facebook, eso se descubre y se sufre sólo en
vivo y directo.
Claro que chascos con pasajeros, hemos sufrido todos… pero
yo soy un convencido de que es mejor dejar el “compañero” del vuelo en manos de
la aerolínea (y del destino), porque con
el novedoso e interactivo método “meet & seat” a fin de cuentas, si se
elige mal es responsabilidad exclusiva y única de uno.
En cambio, con el método tradicional, queda esa especie de emoción
del primer día de clase de cuando uno era niño… ese misterioso ¿quién me irá a tocar al lado?...
Pero si pese a todo, llega la mala fortuna, y el pasajero
que nos toca de vecino no nos causa esa “primera buena impresión” tenemos el
recurso de poner cara de circunspecto y no hablar… o si la cosa empeora podemos
apelar a la compañía fiel de un buen libro, o al refugio blindado del ipod, o por último, recurrir al
efectivísimo truco de la almohadita, la cobija y cerrar los ojos.
Bon voyage! (no sé cómo se dice en holandés)
Juancho Pérez